Historia
La relación de los seres humanos con plantas capaces de modificar las funciones del cuerpo o de la mente es milenaria. La humanidad siempre ha desarrollado una relación armónica con estas plantas y a menudo estas han influido en el desarrollo humano y cultural de pueblos y civilizaciones.
El uso de la ayahuasca es originario de la cuenca amazónica en países como Colombia, Brasil, Perú y Ecuador. Durante siglos, las poblaciones indígenas amazónicas han utilizado esta mezcla botánica en sus rituales con fines de curación, de adivinación y para actividades tan diversas tales como la brujería e incluso la guerra. Se conoce que al menos una de las plantas utilizadas en la preparación de ayahuasca ya se utilizaba hace milenios. Esta planta, conocida con el nombre botánico de Banisteriopsis caapi, es una liana que crece por toda la Amazonía y que numerosos pueblos utilizan para inducir el vómito y tratar síntomas somáticos y gastrointestinales, como por ejemplo limpiar los intestinos de parásitos. Entre las principales plantas que se utilizan para elaborar la ayahuasca se encuentran el arbusto Psychotria viridis (Chacruna) y la liana Diplopterys cabrerana (Chacropanga), pero en otras preparaciones tradicionales se emplean muchas otras plantas como tabaco, variedades de Brugmansia, Brunfelsia, y un largo etcétera.
La extensión de su uso
La ayahuasca ha sido usada por pueblos nativos del amazonas de forma tradicional y se sigue usando en la actualidad. Diversos grupos étnicos como los Shuar en Ecuador, los Shipibo-Conibo en Perú entre otros, siguen utilizando la ayahuasca, así como muchas otras plantas, con fines curativos, adivinatorios y medicinales. La ayahuasca tiene un rol importante en la cosmovisión de estas culturas.
Sin embargo, la extensión del uso de la ayahuasca no se limita a los pueblos indígenas de la Amazonía, sino que también se puede encontrar en poblaciones mestizas de zonas rurales y urbanas de países como Colombia, Perú, Ecuador y Brasil. En dichos lugares la ayahuasca es utilizada con propósitos curativos y otras actividades rituales donde a menudo se confunden los límites de las tradiciones indígenas con elementos de otras culturas.
A principios del siglo veinte, individuos mestizos brasileños incorporaron el consumo de ayahuasca en sus prácticas religiosas, dando lugar a las primeras “iglesias ayahuasqueras” que comenzaron teniendo presencia en los núcleos urbanos brasileños del estado de Acre y de Rondonia. A día de hoy, el Santo Daime, la União do Vegetal y Barquinha son las religiones ayahuasqueras más representativas de las que aparecieron por primera vez en las ciudades amazónicas de Brasil y luego se expandieron por todo el planeta.
Fue durante los años 50 cuando el conocimiento sobre la ayahuasca se expandió al mundo occidental. La publicación del libro con la correspondencia entre William Buroughs y Allen Ginsberg llamado “Las cartas del yagé”, acerca de sus experiencias con ayahuasca, así como las investigaciones del botánico Richard Evans Schultes fueron decisivas para dar a conocer el uso de este brebaje a la cultura occidental. A partir de entonces aparecieron nuevos contextos de consumo de ayahuasca, se empezó a utilizar en psicoterapia y en los movimientos de desarrollo personal.
Hoy en día el uso de ayahuasca se ha globalizado y se esta integrando cada vez más en contextos contemporáneos.
Uso
A causa de la expansión del uso y conocimiento de la ayahuasca en gran parte del mundo, actualmente hay distintos grupos de personas que utilizan ayahuasca con diferentes fines: principalmente religiosos, psicoterapéuticos, de desarrollo personal y curativos.
El uso religioso de la ayahuasca por parte de las iglesias ayahuasqueras es de carácter sincrético, es decir, en él se entremezclan elementos provenientes de diferentes corrientes espirituales como el cristianismo, las prácticas religiosas afrobrasileñas y el chamanismo indígena, entre otros.
En Europa y Norteamérica se ha popularizado el uso de ayahuasca entre personas que se acercan a ella como herramienta de autoconocimiento o de desarrollo personal. Algunas personas viajan a países amazónicos como Brasil, Perú o Colombia para experimentar con ayahuasca en el contexto ritual tradicional, o en centros que ofrecen diversos programas que incluyen la experiencia con ayahuasca. También existen sesiones de ayahuasca que curanderos amazónicos organizan en Europa, Estados Unidos y en otros lugares.
Cabe también destacar el auge cada vez más relevante de la utilización de ayahuasca en psicoterapia por parte de terapeutas y/o guías occidentales donde su ingestión con fines terapéuticos, normalmente en contextos grupales, se acompaña de una preparación y de un proceso de integración basados en la metodología psicoterapéutica. Estos grupos suelen tener como objetivo el crecimiento personal, el avance psicoterapéutico o la recuperación de procesos concretos como puede ser el de superar una depresión, un proceso de duelo, una adicción, etc.
Hay otros grupos que directamente integran elementos de la psicoterapia occidental en las mismas sesiones de ayahuasca, creando contextos rituales neo-chamánicos que, a menudo, incorporan también elementos de filosofías orientales. Estos grupos suelen estar organizados por personas que han tenido contacto con la ayahuasca, aunque también con otras herramientas de desarrollo personal, como la meditación, el yoga, etc.
Como se puede ver, el uso de ayahuasca se ha globalizado y los contextos y la intenciones para la toma son tan diversos como las personas y los grupos que las utilizan.
Efectos
La ayahuasca, al ser una bebida, es consumida por vía oral. Suele referirse un sabor intenso y generalmente desagradable que “marca” el inicio de un cambio físico. En aproximadamente 15 - 60 minutos, la ayahuasca induce un estado alterado de conciencia donde es frecuente tener visiones vinculadas con una alta carga emocional. Esta experiencia puede traerle al usuario recuerdos e imágenes de su pasado, o también aflorar recuerdos reprimidos con los que se pueda después trabajar en el marco de un proceso psicoterapéutico para integrar en el modo en cómo la persona está viviendo la vida. La experiencia puede tener también contenidos arquetípicos, transpersonales, místicos, perinatales, etc.
La ingesta de ayahuasca suele provocar vómitos y diarrea, lo cual suele ser interpretado por las diferentes tradiciones ayahuasqueras como una forma de “purga” o de limpieza emocional y corporal. Los efectos principales de la ayahuasca suelen remitir al cabo de 2 - 4 horas a partir de la toma, aunque pueden alargarse más si se realizan más tomas. Una vez remiten los efectos pueden quedar efectos residuales de cansancio pero también de introspección.
Desde un punto de vista fisiológico, la ayahuasca aumenta ligeramente los parámetros cardiovasculares, principalmente la presión arterial, aunque se trata de modificaciones leves y sin relevancia clínica, al menos en personas sanas sin trastornos cardiovasculares previos.
Seguridad
Los efectos de la ayahuasca en los seres humanos no están completamente investigados, lo que subraya la necesidad de más investigación clínica y de estudios de seguimiento. La evidencia científica acumulada hasta la actualidad indica que el uso de ayahuasca por parte de individuos sanos es relativamente seguro desde el punto de vista de la salud fisiológica. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no hay estudios clínicos en relación con el perfil de seguridad de la ayahuasca en personas que sufren de problemas de salud. Por ejemplo, se ha demostrado que el efecto de la ayahuasca sobre el sistema cardiovascular es moderado en individuos jóvenes y con buena salud, pero las personas mayores o con problemas de corazón pueden experimentar una reacción diferente. En estos casos, es muy recomendable la cautela.
Seguridad física
Los alcaloides de la ayahuasca interactúan con el sistema serotoninérgico de diferentes maneras: las beta-carbolinas, como la harmina, son inhibidores de la enzima MAO, que está implicada en la degradación de la serotonina, entre otros neurotransmisores. Por esta razón, el consumo de ayahuasca conjuntamente con otros medicamentos serotoninérgicos, al igual que con varios otros antidepresivos, puede potencialmente producir reacciones adversas tales como el "síndrome serotoninérgico", que teóricamente puede tener graves consecuencias para la salud. Aunque las posibilidades de que este tipo de efecto adverso ocurra no están totalmente estudiadas, es aconsejable que las personas bajo tratamiento con cualquier medicamento (incluidos los productos a base de hierbas), o bajo los efectos de cualquier droga que actúe sobre el sistema serotoninérgico, tengan mucha precaución cuando consideren consumir ayahuasca.
Seguridad psicológica
Aparte de la seguridad física es importante tener en cuenta la seguridad psicológica. Aunque no hay muchos casos referidos de eventos adversos, se han documentado casos de episodios de pánico o de psicosis después del consumo de ayahuasca. Por eso las personas con trastornos de personalidad y con historia de trastornos mentales (como por ejemplo trastorno límite de la personalidad, trastorno bipolar, esquizofrenia, etc.), se sitúan en una zona de riesgo si consumen ayahuasca. En general, una pre-selección que evalúe la posibilidad de padecer algunas de las patologías citadas, una preparación psicológica de quién va a tomar, y un contexto controlado de la toma, sumado a una integración adecuada de la experiencia, son clave para reducir los riesgos relacionados con el uso de ayahuasca.
Estatus Legal
Respecto al estatus legal de la ayahuasca, a pesar de que la DMT (N,N-dimetiltriptamina) es una sustancia fiscalizada, ni la ayahuasca ni ningún preparado realizado con plantas que contengan DMT está sometido a fiscalización internacional. El órgano encargado de prohibir las drogas en el plano internacional es la JIFE (Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes). La ayahuasca no se encuentra presente en ninguna de las listas de drogas prohibidas por la JIFE. Es más, la propia JIFE ha expresado explícitamente que la ayahuasca no es una sustancia controlada. Luego la ayahuasca técnicamente es solo una sustancia prohibida en aquellos países en los que la legislación nacional lo explicita.
El único país en el que la ayahuasca está explícitamente prohibida es Francia. Según la ley internacional, la ayahuasca, desde un punto de vista jurídico, no es una droga. Pese a este claro mandamiento, se han dado varias detenciones relacionadas con la importación y la distribución de ayahuasca en varios países, ya que la policía y los tribunales actúan ante la presunción de un delito. Es muy necesario tener una buena información sobre los riesgos y las consecuencias legales que implica participar de la compra-venta de la ayahuasca, así como de su uso.
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