Información básica sobre
Iboga

Se conoce como iboga a la corteza de la raíz de la Tabernanthe iboga, planta que crece en el centro de África occidental y es utilizada tradicionalmente en ritos de paso y en ceremonias de sanación. La ibogaína es el alcaloide más investigado de la iboga, pero se estima que otros alcaloides similares también podrían tener propiedades terapéuticas. La iboga ha demostrado ser muy efectiva en la eliminación del síndrome de abstinencia asociado al consumo de opiáceos y en la reducción del deseo compulsivo de consumo de una amplia variedad de drogas. La experiencia con iboga facilita una profunda revisión de la historia personal y de la situación vital, así como un ajuste del propio comportamiento y del rol personal en la familia y la sociedad.

Historia

La relación entre la especie humana y las plantas capaces de alterar el cuerpo y la mente es Milenaria. Las personas han desarrollado una relación armónica con ellas y estas frecuentemente han tenido gran influencia en el desarrollo humano y cultural de muchas sociedades y civilizaciones.

En el centro de África occidental crece una planta llamada Tabernanthe iboga. La corteza de su raíz ha tenido un rol fundamental en los ritos de paso y en las ceremonias de sanación. La planta es utilizada en Camerún, Guinea Ecuatorial, Guinea, Congo y, sobre todo, en Gabón por los Pigmeos, las tribus Fang y Mitsogo en la cultura Bwiti.

La ibogaína en la sociedad moderna

En 1963, Howard Lotsof, un joven adicto a la heroína, junto con seis compañeros también adictos llevó a cabo un experimento. Ingirieron uno de los doce alcaloides que se encuentran en la corteza de la raíz de la iboga, llamado ibogaína. Al día siguiente, seis de los siete amigos dejaron de consumir heroína, puesto que no manifestaban síndrome de abstinencia ni deseo de consumo. En los años siguientes, los esfuerzos para conseguir que la ibogaína fuese considerada una alternativa válida de tratamiento de la adicción a opiáceos obtuvieron escasa respuesta por parte de la industria farmacéutica. El NIDA (National Institute of Drug Abuse) desarrolló un Drug Master File (DMF) de 4000 páginas de extensión, incluyendo 16 volúmenes de estudios pre-clínicos. En 1993, la FDA aprobó un ensayo clínico de fase 1, que concluyó luego del primer tratamiento debido a conflictos relativos a patentes. En 1995, el NIDA decidió no continuar apoyando la investigación con la ibogaína, pero los grupos de consumidores de drogas y las organizaciones activistas promovieron su uso y la pusieron a disposición del público en contextos alternativos no clínicos. El número de proveedores de tratamiento y su demanda por parte de adictos a las drogas ha crecido de manera exponencial en los últimos 10 años. Hay clínicas de ibogaína en países como Brasil, México, Canadá, Tailandia y Sudáfrica, y proveedores de tratamiento en todo el mundo. En el año 2009, Nueva Zelanda fue el primer país del mundo en aceptar la ibogaína como un medicamento.

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